Os voy a actualizar.
He estado saliendo con la moto casi todos los días, para coger confianza y acostumbrarme a lo que es ir en moto. El lunes y el miércoles fui hasta la sede de la empresa y volví, nada más. Cogí un pequeño tramo de A-4, pero despreciable.
El jueves por la tarde hice mi primer recorrido por autovía de verdad (no por la SE-30). Fui hasta Alcalá de Guadaíra y volví. Me daba algo de miedo porque sé que mi moto no alcanza grandes velocidades; la ida la hice por la vía de servicio de los polígonos y algo acojonado porque, además, hacía bastante viento. La vuelta la hice por la autovía propiamente dicha y me fue muy bien. Comprobé que mi moto coge sin problemas los 100 km/h (pero no le pidas más). Eso sí, vi que el espejo izquierdo lo tenía mal reglado porque en la autovía no tenía ni idea de lo que pasaba en el carril de mi izquierda.
El viernes por la noche hice el camino hasta Santiponce, hasta la puerta del recinto donde hago las prácticas, con la idea de que, cuando retome las clases, ir hasta allí y volver en moto, y no en coche. Y todo bien, salvo que pasado el Estadio Olímpico tuve que pararme a apretar el espejo, que como después de reglarlo lo llevaba algo suelto, con la velocidad de la autovía se me había movido. Volviendo de Santiponce estuve un momentito en el centro y luego para casa.
El sábado decidí salir de la ciudad por carreteras convencionales; hacer algún tipo de «ruta». Así que me hice un Sevilla – La Rinconada – Alcalá del Río – La Algaba – Sevilla. Y la impresión muy bien, la verdad. Me gustó mucho ir por carreteras convencionales; lo que es un poco coñazo es atravesar los pueblos por las travesías y tener que ir parando en semáforos y pasos de cebra. En total, una horita en la moto, 35 km. No está mal para empezar.
Y por último, hoy domingo me he hecho una ruta un poco más larga. Primero decidí ir hasta Carmona, quería subir al parador y hacerme fotos, pero después de perderme por la ciudad y de llegar hasta allí arriba, no vi sitio donde pararme a hacérmelas así que ni siquiera me bajé de la moto. De ahí me dispuse a coger la carretera de El Viso del Alcor. Problema: nada más salir de Carmona, las carretas del Rocío. Como unas siete u ocho carretas a velocidad de tractor que, además, por la configuración de la carretera, impedían que las adelantara nadie. Un cuarto de hora genial. Ya casi llegando al Viso se desviaron… ya todo el resto era calzada de dos carriles, tipo autovía pero con rotondas, salvo la carretera de Mairena a Torreblanca que volvía a ser convencional.
En general bien, todo bien, salvo el susto mayúsculo que tuve saliendo de Carmona. Rotonda bien, pero salí de la rotonda a demasiada velocidad y en la calle de salida casi me estampo contra un coche que estaba en el sentido contrario. Aún no sé cómo enderecé la trazada y no me caí, teniendo en cuenta que incluso deslicé con la suela de la bota derecha en el asfalto… pero sin mayor complicación. Desde ahí, todas las demás rotondas las he cogido a una velocidad más bien bajita. A eso sumamos el mal rato de quedarme casi atrapado en una calle sin salida cuesta abajo en Carmona… xDD. Resumen, dos horas en la moto, 74 km. Y un dolorcito curioso al bajarme, jajaja: las orejas aplastadas en el casco, el culo plano, y las rodillas un poco anquilosadas por llevarlas flexionadas.
Y hoy he experimentado, para mi júbilo, cómo funciona el contramanillar. Antes de hoy lo hacía de manera inconsciente, giraba moviendo el cuerpo. Hoy he visto que empujando el manillar se tumba la moto hacia ese lado y ha sido de lo más iluminador.
En fin, no olvido que el objetivo de todo esto es sacarme el A2, así que ya me planteo si volver a las clases esta semana o esperar a la que viene. No quiero volver a las clases y estar igual que cuando me fui.
Os iré contando.
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