domingo, 4 de junio de 2017

Nueve cosas que no te contaron sobre ir en moto

¿Te gustan las motos pero nunca has cogido ninguna? ¿Ves con admiración a todos esos moteros y te gustaría ser uno de ellos? El mundo de las motos es impresionante, ¿verdad?

Lo es, para qué negarlo. Pero no es oro todo lo que reluce: os voy a contar algunos aspectos negativos que seguro que no conoces sobre ir en moto.

(Si has usado la bici para moverte por la ciudad o por carretera, la mayoría de estas cuestiones ya las has vivido).

1. Este está claro y todos lo hemos pensado, yo también lo tuve muy presente cuando me pasé a la moto, pero quiero recalcarlo porque es el más importante: estás desprotegido. La carrocería eres tú. Si te vas al suelo, el golpe te lo llevas. ¿Eso qué significa? Que hay que ir muy atento a todo lo que hagan los demás. Que tienes que hacer una conducción especialmente defensiva. Vale que en el coche tampoco queremos llevarnos un golpe, pero en la moto la precaución hay que llevarla a otro nivel. El suelo está duro. Duele. Yo llevo poco tiempo, pero ya me he comido el suelo.

2. Ante la ley y ante el código de circulación, en casi todo tu motocicleta tiene que comportarse como un turismo. Pero ay, la realidad. Eres invisible. Hazte a la idea, no te ve nadie. Vale, puedes comprarte un casquito de alta visibilidad o ir vestido con colores fluorescentes, o llevar ropa reflectante. Pero igualmente te van a ver poco. Cuenta con que van a invadir tu carril, no te van a dejar paso cuando te toque, se van a incorporar aunque tú estés llegando al cruce y tengas prioridad de paso.

3. Relacionado con el 1, precisamente porque estás desprotegido, estás a expensas del tiempo; vas a pasar frío, mucho frío. Y vas a pasar calor, mucha calor. Y te vas a mojar cuando llueva, y el viento va a empujarte. Puedes ir bien preparado para todas estas inclemencias meteorológicas, pero al final del día, te las vas a comer todas.

4. A veces, llevar encima todo el equipamiento puede resultar poco práctico. Mientras que en coche llegas de cualquier manera, subes y te vas, en la moto tienes que ir en botas, ponerte la chaqueta, ponerte el casco, abrocharte el casco, ponerte los guantes... también puedes no llevar nada de esto (solo el casco es obligatorio), pero reza para que no te pase nada porque puedes pasarlo muy mal. MUY mal. Por eso hay que ir siempre bien protegido.

5. Vale que una moto consume menos que un coche (por lo general), pero tiene algunos gastos que en principio no tienes en cuenta. Ya he hablado del equipamiento, que puede salir bastante caro (yendo a lo tirado, 100 pavos la chaqueta, 100 el casco, 30 los guantes, 50 las botas, y aun así es mejor que te gastes más en todas estas cosas). Pero es que tienes que sumarle los antirrobos: pestillos, cadenas... y el mantenimiento, que suele ser necesario con más frecuencia que en un coche. En definitiva, la moto no es una afición barata.

6. Irse de curvas está del carajo, y surcar la autovía a 100 por hora, sintiendo cómo el aire te pega en la cara y en el cuerpo, es indescriptible... pero a esas velocidades ir en moto es una guarrería. No hablo de contaminación, sino de que después de un rato a altas velocidades, si miras tu casco y tu chaqueta te encontrarás un auténtico genocidio de mosquitos y otros bichos voladores que te has llevado por delante. Yo al volver de mi primera ruta reparé en que entre el dedo medio y el anular de mi guante tenía un mosquito pegado. No había sitio más absurdo.

7. ¿Qué tal estamos de forma física? Ir en moto es cansado. Precisamente la resistencia del aire pone al cuerpo en un estado de esfuerzo físico; a eso le sumas la atención continua que hay que prestarle a la carretera, la postura, el pararse en los semáforos y usar las piernas para aguantar la moto... Cuando vuelves a casa estás hecho polvo. Supongo que esto me ocurre ahora porque son los primeros días y con el tiempo no me cansaré tanto, pero por ahora me resulta extenuante.

8. Qué buenas carreteras tenemos, ¿verdad? De lo más lisitas. O eso te parece en tu coche. Pero de eso naaaaada. Los baches están ahí y te los vas a comer. Y si tienes testículos van a acabar hechos una bonita tortilla (si vas en escuter no, claro, pero en moto de carretera sí). Las carreteras están mal conservadas y llenas de baches, y las vas a sufrir.

9. Mi amigo Aitor, ciclista, me indica otro aspecto que tenemos en común con las bicis: la mayoría de los conductores de coches (y de los peatones) nos mira mal. Muchos conductores nos consideran unos intrusos a motoristas y a ciclistas, y aunque la mayoría a pesar de eso se comportará de manera cívica y cumplirá el código de circulación, existen otros que no y que van decididos a putearnos. En mis primeras salidas ya me he cruzado con algún que otro conductor que me adelanta por mi mismo carril (el metro y medio de separación creo que no llegaba a 50 cm), lo cual me enseñó a aplicar un consejo que me dieron: hazte fuerte en tu carril, no vayas por el margen derecho, sino por el centro o ligeramente a la izquierda. Esto los ciclistas no pueden hacerlo, pero los moteros sí podemos.

Por ahora he puesto estas nueve; iré actualizando y agregando más conforme se me vayan ocurriendo.

Pero no os llevéis la impresión equivocada; he recopilado los inconvenientes porque el que no va en moto muchas veces no repara en todos estos detalles, y ese era el objetivo de este texto. No quiero decir que ir en moto solo sean inconvenientes; al contrario, por supuesto que tiene muchas ventajas. Es mucho más fácil aparcar, es mucho más fácil sortear un atasco. Se gasta menos combustible, como dije antes. Pero la ventaja que gana sobre todas las demás es que ir en moto es una puta pasada. La sensación de ir en ella es algo que no puede describirse bien, pero me encanta. Y por eso merece la pena cargar con todos los puntos que he enumerado antes.

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