domingo, 23 de julio de 2017

Ruta: Villamartín - Arcos - Las Cabezas

Hoy ha sido el ejemplo de que si no estás seguro, no salgas de casa. Adelanto que no me ha pasado nada, eh.

Pero sí es verdad que he salido de ruta por cabezonería (por si no lo sabéis, estoy en modo «coger la moto el máximo posible hasta que apruebe») y no la he disfrutado. Primero, porque he salido muy tarde, eran las 11.30 cuando he salido de casa y se me ha echado la calor encima. Y ha sido desagradable, porque con esta temperatura, el aire no refresca. Y además de eso, porque la ruta no me ha resultado especialmente interesante.

La ruta ha sido la siguiente:
  • Sevilla - Utrera. Por autovía, porque no hay otra cosa. No son muchos km, pero se hacen muy, muy aburridos.
  • Utrera - Puerto Serrano por la A-375. La carretera bastante bien, el paisaje digamos que normalito.
  • Puerto Serrano - Arcos, por CA-8100 y A-384. La parte más interesante del camino, la A-384 está en buen estado y las curvas, subidas y bajadas son divertidas, parando en Villamartín a repostar porque casi me meto en reserva. Eso sí, estuve buscando algún sitio chulo para parar, algún mirador para hacer fotos, y nada interesante, una pena. Intenté meterme hacia la presa de Arcos, pero el firme estaba en mal estado y me fui al suelo. En fin. Menos mal que no me pasó nada.
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    Aquí me acababa de caer, y antes de irme quería hacerme una foto con el embalse de fondo.

  • Arcos - Espera por la A-393. Esta carretera está bastante mal. Tiene bocados y firme irregular. Lo bueno es que había tráfico cero. Incluso cuando llegué a Espera no había casi nadie por la calle... claro que un domingo a la una de la tarde quién va a haber en la calle.
  • Espera - cruce de Las Cabezas, A-393 y A-371. Esta última está en buen estado y no se hace pesada, aunque yo ya iba cansado y muerto de calor. Y eso sí, el paisaje vuelve a ser aburriiiido. Es lo que tiene cuando bajas de la sierra.
  • Cruce de las Cabezas - Sevilla, por la N-IV. Parando a beber agua y comer algo en la venta Las Ánimas. La vuelta fue dura, porque en cuanto quise cambiar de marcha en una rotonda vi las estrellas. Tengo el pie bien, pero de tanta vibración me empezaron a doler los dos. El viaje por la SE-30 hasta mi casa fue una tortura.
En fin, que una experiencia más, y al final no me arrepiento de haber salido, pero creo que tengo que moderar un poco estas salidas porque tantos km (195 según Google) casi de un tirón no son buena idea.

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