miércoles, 1 de febrero de 2017

1 de febrero. Ni palante ni patrás.

Cuarta clase. Nos hemos dedicado de nuevo a hacer slalom entre conos. Por supuesto, ya no es que vaya en primera, es que para conseguirlo tengo que ir al ralentí. Y no sé si controlar una moto al ralentí es MUY DIFÍCIL o es que yo soy el hombre más torpe de la historia (me inclino más por la segunda opción).

A eso le sumamos que, después de la caída del jueves pasado, las curvas me asustan un poco porque me dan la impresión de que voy a piñarme de nuevo, así que cambiar de sentido me cuesta la vida.

Que me estoy viniendo abajo es un hecho. No sé si voy a ser capaz algún día de llevar una moto. No sé si pasarlo mal en las clases merece la pena. Ni siquiera sabría decir si estoy avanzando algo o no.

Curiosamente ayer salí medio satisfecho (ya expliqué por qué no estaba muy contento) y el profesor no me dijo nada. Hoy que he salido cabreado, me ha dicho «parece que va saliendo mejor, ¿no?».

Y no olvidemos que aún voy con la 125. cuando pase (si paso) a la Suzuki GS500, que es con la que tengo que hacer el examen, será otro drama.

En fin, mañana nueva clase.

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